Cuántos sonidos trae
el silencio de un amanecer,
sonrisas ocultas del recuerdo
y nubes en el cielo aún gris.
Palabras nunca dichas
dijeron tu nombre en
las lágrimas escondidas
de la aurora.
Quién sabe de esta mañana
incierta entre bondades
y aves rasguñando el viento,
de este invierno cruel
en que de ti me antojo
sin sentido y sin respuesta.
Es esta hora la cima,
el pico nevado de la soledad.
Inquieto el latir suspira
escuchando lo inhabitado
de las calles, dónde sólo el frío
acompaña al mundo y lo
impulsa a vivir...
Sandra Gonzalez Lescano
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Hace 21 horas
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