Aún hay un brillo
en la trastienda de tus ojos:
prisionera de insomnios,
capturas el recuerdo de haberlo
amado tanto
y todavia...
Maleta repleta de vida
de haber sentido
las ausencias
y en la oscura
soledad del alma:
¡Sus besos!
¡dulce sabor de tus Sueños!
Las horas se ríen
de tu angustia
en silencio:
lamento de campanas
domingo gris de
invierno.
"ya no volverá"
te ha dicho el viento.
Qué más da,
si aquella tarde de mayo
te llenaste de cielo,
¡Qué más da que no vuelva!
si te hizo sentir su amor
tan intenso
y tomando tu alma
(tu alma que es suya,
eterno derecho)
se animó a darte la vida
aquella tarde
en sus besos.
todos los derechos reservados
"¡Qué más da que no vuelva!
ResponderEliminarSi te hizo sentir su amor."
Esto lo voy a llevar cnmigo por mucho tiempo.
Enhorabuena, Sandra.