Hace un tiempo que no escucho
el canto de las aves al amanecer
las escucho más tarde ,sí, lejanas.
Cuando la penumbra se viste
de un manto amarillo rosa y violeta,
con una luz tenue que luego será más intensa se
disolverán las dudas que rodean las sombras,
ya nada será igual ,el candor de la infancia perdida
me encuentra hoy apacible , tersa , mórbida,
como los gatos que deambulan toda la noche
para luego caer en un sueño profundo.
Sandra Gonzalez Lescano
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martes, 2 de febrero de 2010
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Me siento reflejado en este escrito, Sandra. Tierno, suave, cálido. Recibe mi admiración por escribir como lo haces y más por permitirnos disfrutarlo. Colores, animales y el recuerdo... todo eso me hace voltear a tu blog. Recibe un cordial saludo de éste tu amigo.
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