Un grito del alma
es como un
silencio que engarza
todos los
olvidos
Es la liberación
de tanto
escurriendo en las carencias
No es un clamor
es una excarcelación de pájaros
Es un aullido
de fiera bregando
con el enigma de su sombra
Es dejar que
la hoja se vuelva viento
y luego raíz
para navegar su tierra
es llegar al
corazón de sí misma
como quien encuentra el otro lado
para volver
a parirse
Un grito del
alma
no lo
percibe nadie
aunque
aunque
Es un huracán
un diluvio de agua salada
estremeciendo el jardín profundo
es aquel que
estalla dentro del sol
en los abismos de la vida
Es aquel que
hace un eco inverso
cuando la
tarde se vuelve herida
Y la herida…
un ancla de espinas
Sandra Gonzalez Lescano
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