Rociaré de pétalos tu cuerpo escribiendo lágrimas como lo hacen los perros enamorados de la luna
Remolinos de besos aguardarán tu regreso en mi memoria lloviéndome la piel desde la sombra
Es el silencio al bosque poblado de tus cantos lo que el vacío marca en los pliegues de mis sábanas
Nada podrá compararse a ese aliento que llenaba de miel nuestro caldero
Todo está gris
Y un aroma a jazmines me despierta cuando entre sueños repito tu nombre
Bello y triste a la vez, me acompaño en unos momentos del día donde era necesario, desconectar a otros sentimientos.
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